diciembre 03, 2005

Lo que TeleCinco no quiso que viéramos

Si usted vio por casualidad el lunes 28 de noviembre la emisión del programa TNT, hay varias cosas que no pudo ver.

Por ejemplo, no vio el siguiente mensaje SMS enviado al número 5559 del programa: TNT la seip sigue haciendo tours cobrados a belmez?

Usted no lo vio, pero TeleCinco se lo cobró a quien lo envió. Reserva del derecho a la censura, suponemos.

En lugar de eso, usted vio decenas de mensajes de gente que aseguraba que lo de Bélmez es más cierto que dos y dos son cuatro, y que todo es muy misterioso y la SEIP sirve para algo.

También vio, a ratos, a dos señores callados casi todo el tiempo, Javier Cavanilles y Francisco Máñez, a los que no dejaban hablar dos señoras histéricas, una de ellas interpretada por Pedro Amorós y la otra por María González, alcaldesa de Bélmez y promotora de las Caras de Bélmez® y el negocio que las rodea.

Máñez es quien le enseñó a Amorós a hacer caras en el cemento, según relata, además de tratarse de un aficionado a lo paranormal, no de un escéptico, lo cual le debería merecer algún respeto de sus cófrades. Pero como también es una persona honrada, pues no da "el perfil" de himbestigador paranormal de los buenos que se reparten el pastel de la ignorancia popular cuidadosamente cultivada. Cavanilles es el periodista cuyos artículos sobre la farsa de las nuevas Caras de Bélmez® llevaron a que el pleno del ayuntamiento que encabeza María González acordara demandarlo el 4 de enero de 2005 (fecha corregida y enlace cortesía de Gregorio Morales), acuerdo que, por cierto, la alcaldesa no ha cumplido y va para un año, y al que Pedro Amorós demandó en la ya famosa "Parademanda a la pimienta verde", a cuya primera audiencia para medidas cautelares, por cierto, no se presentó ninguno de los muchos abogados de los que dice disponer Pedro Amorós.

"Operación Tridente", TeleCinco esconde datos


Al principio de la lamentable emisión de TNT, una chavalilla leyó unos papeles mal escritos en los que aseguraba que los osados, valerosos, cojonudos, audaces, impertérritos, bizarros y heroicos "investigadores paranormales" habían sido perseguidos al principio del cuento de las Caras de Bélmez® allá por 1972 por una aviesa conspiración franquista llamada "Operación Tridente", tras lo cual apareció durante nueve segundos un señor que describía lo que era la supuesta "Operación Tridente". Abajo del señor apareció un fugaz letrerito que decía "Fernando Frías, Pte. Círculo Escéptico" y que no duró ni los 9 segundos.

Si no lo vio, tómese unos brevísimos segundos para verlo aquí (el servidor es un poco lento, pero es gratis, así que conviene ser paciente).

Esos nueve segundos son lo que rescató la producción del programa de la entrevista que le hicieron al tal Fernando L. Frías, que no es otro que el autor del blog El fondo del asunto y presidente del recién formado Círculo Escéptico, la más joven de las organizaciones españolas en defensa del pensamiento crítico.

A Fernando Frías, se informa, lo llamaron de la productora del programa TNT para invitarlo a hablar, le mandaron las preguntas por correo electrónico para que estuviera "preparado" y luego lo entrevistaron en cámara durante unos 36 minutos.

Pero evidentemente no gustó lo que dijo.

Vaya usted a saber si el que levantó la alarma fue Miguel Blanco, asesor del programa que afirma que vio al demonio en Haití (sin que se ría el presentador, Jordi González) y que vive del cuento paranormalero, el propio Pedro Amorós, alguna amenaza de no volver a ir a promover su revista por parte de Enrique de Vidente (digo, de Vicente), o algún personero de la alcaldesa de Bélmez, ilustre promotora de la idea de pagar un "Centro de interpretación de las caras" que estaría a cargo de, lo adivinó, Pedro Amorós y sus himbestigadores amaestrados. Vaya usted a saber, pero más de 35 minutos se metieron en un cajón.

¿Y qué decía Fernando Frías en los 36 minutos mutilados?

Por suerte los "escépticos" (o, en el español a patadas de Pedro Amorós, los "detractores", cuya ocupación, según él es "detractar" y lo hacen "detractantemente", con lo cual el idioma de Cervantes queda tirado en una esquina inconsciente por la paliza) son desconfiadones. Saben que los medios obtienen pingües ganancias con lo paranormal, y de manera casual, cuando tienen relación con los medios españoles, los defensores de la racionalidad suelen tener muy mala suerte: sus llamadas a los programas de misteriología radiofónica nocturna "nunca entran", las entrevistas "se pierden", los mensajes "ya no cupieron" en el programa, los soplapitos los callan a gritos mientras los presentadores sonríen como cómplices de peluche y, en general, parecería que los medios y los soplapitos los prefieren calladitos.

Por eso, los recelosos detractores del Círculo Escéptico decidieron detractantemente grabar la entrevista que grababa TeleCinco.

Y usted la tiene a su detractatoria disposición aquí mismo para que vea lo que TeleCinco, TNT y sus asesores no querían que usted viera.

Además, Fernando Frías explica claramemente en su blog la verdad sobre la "Operación Tridente" en su más reciente entrada.

Obviamente, si la emisión de TNT hubiera incluido los datos de Frías, se le habría ido al garete el misterio de las Caras de Bélmez® y de los caras que exprimen a Bélmez.

Una feria de ilusionismo de cuarta


Además, en la emisión hubo "psicofonías" cuidadosamente controladas (y realizadas a oscuras, vaya usted a saber por qué teleplástico motivo), hubo supuesta "comunicación con los muertos" mediante un ordenador o computadora que pitaba oportunamente y hubo la "materialización" de una moneda de diez céntimos de euro que Pedro Amorós anunció oportunamente, como puede ver usted si va a la página de TeleCinco en esta dirección y hace clic en donde dice, sin dudarlo un instante, "Aparición de una moneda desde la nada".

Ahora, claro, a las "materializaciones" que hacían con truco los espiritistas de fines del XIX y principios del XX la SEIP les ha cambiado el nombre y les dice "aportes".

El caso es que alguien lanzó una moneda (las cámaras no enfocaban a todos los presentes, ¿quién va a desconfiar de alguien como Amorós, que dice que es miembro del SETI Institute de la NASA sabiendo que miente?) y los señores del SEIP, debidamente disfrazados con chalecos en los que llevan serigrafiado el nombre de su club y la palabra "Investigación" (que ni ellos se creen), fingen sorpresa y dicen "No jodas, tío" y otras expresiones de asombro zafio.

Momento.

Si en la realidad apareciera un día una moneda "de la nada", sería el acontecimiento científico más importante de todos los tiempos.

No sería cosa de cuatro pájaros de cuenta inflando el negocio, de una emisión televisual amiguita, ni de "investigadores" que no lo son ni en lo científico ni en lo periodístico ni en lo social (son cuatro desocupados que se juntan para creer que hablan con el más allá y venden cosas relacionadas con tal delirio).

Esa moneda se troqueló en alguna de las casas de moneda europeas (se trataba, dicen ellos, nunca la mostraron, de una moneda de 10 céntimos de euro) y lleva una fecha de los últimos seis o siete años. Su reverso nos diría en qué país se acuñó, su composición nos diría si es genuina o no. Una moneda no es un susurro en el micrófono cuando nadie nos ve, es algo físico que tiene un origen y que se puede determinar (no se hace porque, suponemos, algún seipero vivaracho se la embolsó y no le dio más importancia, los de "la tele" ya estaban debidamente acojonados).

Si tal moneda, completa, como objeto físico, realmente apareciera de la nada, podríamos estar frente a un universo entero de descubrimientos y de trabajo para los científicos. El asombro sería total y generalizado, y no se agotaría en un "No jodas, tío" diseñado para impresionar a los medios dispuestísimos a impresionarse. Y, si no esperaran una moneda, claro, al escuchar un sonido metálico en la oscuridad no tendrían modo de saber que se trataba de una moneda. Si esto le pasa a usted, cuando menos volvería el rostro hacia donde se escuchó el sonido en la oscuridad, pero los himbestigadores de la "SEIP" no hacen tal. Pedro mira a la cámara. Alguien dice que "lo vio" (¿no estaban a oscuras?), intercambian frases asombrados para demostrar que están asustaditos (vaya cazafantasmas de pacotilla, si algo apareciera "de la nada" realmente ante las narices de algún miembro del bajel corsario que es la SEIP, probablemente se desmayaría o saldría corriendo) y nadie tampoco enciende la luz y va a recoger la moneda o a confirmar que se trata de una moneda y no de una arandela, una roldana, una llave o cualquiera de diez mil posibles objetos metálicos. Están en plena actuación, y como sabían que alguien tenía la misión de arrojar la moneda no tenían que comprobarlo.

Y los encargados de Salta Producciones, de TeleCinco y de TNT se asustan.

En lugar de dimensionar el significado que tendría una materialización así, tal "prodigio" se considera sólo una "prueba" de que... ¡las caras pintadas en el suelo tienen origen "paranormal"!

La trayectoria visible parabólica de la moneda nos dice exactamente de dónde salió. No cayó "del cielo", sino que describió el camino que sigue todo objeto lanzado hacia arriba en un campo gravitacional. Si el cámara o alguno de los ingenuos de TeleCinco allí presentes nos dice quién estaba en qué posición en la habitación, les digo quién lanzó la moneda.

Segundo, un milagro tan asombrosísimo como sería la materialización de una moneda, y que exigiría reescribir rápidamente buena parte de la física, aún si fuera cierto, no demostraría que las caras mal dibujadas en las casas de Bélmez tengan otro origen que el de personas que no saben dibujar. Pero según estos papanatas, un milagro falso convalida a otro milagro falso.

Y es que a veces hay que recordar que basta ver las Caras de Bélmez® para ver que no son "caras", sino dibujos torpes y malhechotes.

Cartas de reclamación


En estas lamentables condiciones, el Círculo Escéptico ha decidido enviar una carta de protesta a TeleCinco, a la productora y a TNT, señalando su malestar por lo que obviamente no es sino complicidad interesada con personas cuya calidad moral es, cuando menos, dudosa, y pidiendo explicaciones.

Yo, como público, también he decidido enviar a tnt@telecinco.es una carta personal contra su manipulación. Si usted lo considera correcto, puede copiarla y mandarla, basarse en ella, olvidarla y escribir una propia, etc.

El caso es que ya va siendo hora de que a los medios se les reclame por su complicidad con todo el gremio charlatanesco.

Estimados señores,

El pasado lunes 28 de noviembre, el programa TNT, producido por Salta Producciones, filial de Atlas-Telecinco, emitido por TeleCinco y presentado por Jordi González, se mostró al público una versión tendenciosa tanto de las actividades que realiza la organización autodenominada "SEIP" en el poblado de Bélmez de la Moraleda como de las palabras de quienes ofrecen datos que señalan que este tema tiene una explicación racional y pedestre.

Los comentarios del presentador invariablemente favorecían la visión sobrenatural, y así permitió que el vendedor de productos mágicos Pedro Amorós y la alcaldesa de Bélmez, María Rodríguez, interrumpieran sin cesar a Javier Cavanilles y Francisco Máñez, supuestamente invitados para mostrar pruebas que desarticulan las afirmaciones espiritistas de los otros dos invitados.

Igualmente, se mostró como genuina la supuesta "Operación Tridente", inventada para vender más libros, más revistas y más viajes esotéricos a Bélmez. Para validarla, se mutiló la entrevista al presidente del Círculo Escéptico, de la que se utilizaron, tendenciosamente, sólo 9 segundos de los 36 minutos grabados por el programa.

Deseo hacer llegar mi protesta por esta manipulación y exijo, respetuosa pero enérgicamente, una rectificación y un cambio de política para dar presencia en sus emisiones sobre esoterismo y misterios a las pruebas, argumentos y documentos que contradicen las afirmaciones de quienes viven de este jugoso negocio.

Si sólo se presenta una visión sobre cualquier tema, sea político, social, deportivo o relacionado con supuestos fenómenos paranormales, se está conculcando mi derecho a estar informado y a forjarme mi propia opinión con base en información completa.

Atentamente,
Mauricio-José Schwarz