mayo 30, 2007

Demostrado: las caras son duras

Decíamos ayer:
Ah, por cierto: el polígrafo (que como usted sabe no sirve para lo que la televisión dice que sirve) "determinará" que el hijo de María dice la verdad.
Pues no me lo va a creer usted, pero nuevamente acertamos como ya quisieran acertar todos los profetoides del mundo rosa, los astrologuillos y los videntazos que habitan los recovecos de la telebasura.

Claro que si el polígrafo realmente sirviera para "determinar" si alguien dice la verdad o no (cosa que no consigue hacer el aparatejo en cuestión, como lo han demostrado docenas de estudios), a los que habría que enchufárselo sería a Miguelito Blanco y a los dos Pedros del sensor obediente, a riesgo, claro, de que el aparato estallara de modo estrepitoso. Peligroso sería, pero sería "buena televisión", o al menos mejor televisión que la que nos ha recetado impunemente el programa "En Antena", de Antena Tres.

Le diré que no me han respondido oficialmente a mi denuncia de ayer (usted denuncia, nosotros nos hacemos los sordos), pero algún pequeño cambio sí se pudo detectar en el guión que le dieron a Jaime Cantizano, que perdió bastante entusiasmo paranormalero en 24 horas. Quizá no fue mi ignorado correíto (o el de usted, si se hizo eco de la denuncia contra tal desastre desinformativo), sino que haya influido que José Calabuig, subdirector de Interviú se sabía la historia y los dictámenes que hicieron hasta otros "parapsicólogos" menos caraduras que los que nos ocupan, José Luis Jordán Peña y Ramos Perea. O acaso se debió a que el atrabiliario paparazzi Miguel Temprano vio también que el asunto era incluso más impresentable que lo que ve habitualmente.

En ese nuevo ambiente donde no se repitió "que algo pasa en esa casa" (ripio lamentable), el hijo de María admite que se han beneficiado económicamente del cutrenómeno (sólo faltaba que lo negara) pero miente al decir que sólo recibían "la voluntad". Esto lo denunciaba incluso el hoy segundo millonario de la paracutredad, Íker Jiménez allá por enero de 2001 en el periodicucho Enigma Express, de la revista Enigmas, cuando era más joven, más pobre y todavía le quedaba algún escrúpulo, y señalaba que por "himbestigar" en Bélmez se cobraban seiscientas mil pesetas de las de entonces a modo de "voluntad por cojones", modalidad nada inhabitual en el mundo del misterio prefabricado.

Pero Miguel Blanco (sentado allí, cobrando) negaba todo, mintiendo sin ningún reparo, sin ninguna vergüenza, sin ningún respeto al público, es decir, como suele hacerlo Miguel Blanco: "Nunca han cobrado nada", berreaba mientras el hijo de María decía que sí cobraba... "ni a los investigadores" aseguraba.

Y claro que nadie mencionaba siquiera cuando la lamentable alcaldesa de Bélmez, coludida con Amorós, trató de comprar la casa de María para hacer un chiringuito turístico-esotérico que beneficiara a la por entonces inexistente pero siempre cobrante SEIP, y que ante el delirio de los hijos de María que querían cien millones de pesetas por el inmueble, se vieron salvados "milagrosamente" por la segunda casa de las caras, la que en los programas de estos tres días han tratado de enterrar buenamente antes de que le causen más vergüenzas a la comunidad vendemotos.

En un momento, Eva Sanz, la reportera supuestamente "escéptica" que fue sometida a los rollos místicodelirantes de Miguel Blanco durante quién sabe cuántas horas antes de meterla en el espectáculo "la tiendita de los horrores" versión SEIP y sumirla en el terror para convertirla en "adepta" al misterio inexistente, preguntó al hijo de María Gómez Cámara si había pasado "algo" en los dos días transcurridos desde el espectáculo audiovisual seipetas y el caballero, no preparado para esa pregunta (el resto del temario lo llevaba bien aprendido), admitió que no aunque Miguel Blanco se mordía los codos tratando de sugerirle respuestas "adecuadas".

No, Eva. Tales cosas sólo pasan cuando se tiene visita de los medios. ¿Acaso crees que si hubiera movimientos invisibles perceptibles por sensores de quién sabe qué (pero con sirenas para sacarte el alma del cuerpo, muy "científico" eso), si hubiera chicofonías a tutiplén, si hubiera poltergeists en activo diariamente y a voluntad del que tiene el dedo en el ordenata, ya se habría estudiado el asunto con algo de seriedad y el tendajón no estaría a cargo de un mentiroso profesional como Amorós y sus acólitos.

Eso sólo pasa cuando conviene. Imagínate que vas tú desde tu casita hasta Bélmez y no pasa nada... hubiera sido terrible para la televisión y el márketing de los cobrones éstos. Por suerte el SEIP tiene una fortuna extraordinaria y siempre que se aparecen sus fantasmas, pasan "cosas" y sale bien su show.

Pero todo palidecía ante los delirios de Miguel Blanco, que igual le descubre letras al brazo de "El Pelao" (mismas que no le mostró a las cámaras el día anterior) que se inventa "pruebas científicas en la universidad" que no ocurrieron nunca. Y le daba prisa por impedir que Calabuig o alguien más metiera una sola palabra crítica y herética, se angustiaba y sudaba... sobre todo cuando se recicló el lamentable video que hace meses se había atribuido a "las cámaras de TNT" con la moneda que "apareció de la nada" y "cayó del techo" (después de que, es evidente, alguien la lanzó hacia el techo desde detrás de Amorós, que contemplaba -a oscuras, paranormalmente- los desfiguros de alguien que hacía no sé qué, y si uno escucha con atención, en el vídeo se puede oír la moneda chocando contra el techo antes de caer).

No me lo va usted a creer, pero en comunicaciones de carácter privado ya habíamos previsto que aparecería el vídeo de la pedrúscula moneda.

¿Somos profetas? No. Lo que pasa es que los brujillos de cuarta son muy predecibles.

Y las preguntas (otras) que Antena Tres no responderá: ¿a quién se le ocurrió que ahora era el momento de hacer este desbarajuste de promoción de la superstición, la estupidez, la ignorancia, la anticiencia y la antiinteligencia?

Lo que hayan cobrado los que de eso viven (Miguel Blanco, los Pedros, la familia de María) es lo de menos, y es lo esperable. Pero que una televisión se ensañe así con su público para venderles una estupidez monumental sin ningún sentido crítico, ofende, de verdad. Ofende mucho.

mayo 29, 2007

The Cutre Caras Return

Como era de esperarse, el mundo de la paracutrología ha reaccionado ante el libro Los caras de Bélmez de Javier Cavanilles y Francisco Máñez y ante el hecho de que pese a todas las predicciones de Bruno Cardeñosa, "el Nostradamus de Ourense", el mentiroso profesional y vividor del misterio Pedro Amorós perdió el juicio que tontamente emprendió contra Cavanilles, y va perdiendo los recursos correspondientes.

En el tema de Las Caras de Bélmez® (lo de marca registrada no es burla mía, es cierto, ha sido registrada por la familia beneficiaria número uno del cutrenómeno en cuestión) Antena Tres ha decidido salir a repetir todas, absolutamente todas las trolas, mentiras y cuentos que sobre este asunto penoso se dijeron hace más de tres décadas. Para repetirlo, han elegido a Miguel Blanco y a la tropa de los Seipitubbies, encabezada por Pedro Amorós y su tocayo Pedro Fernández, experto en eso de los sensoers que hacen tururú a voluntad del que tiene el ordenata, según cuentan los que saben y salieron huyendo de la extraña organización que encabeza Amorós. Antier empezaron a calentar el cotarro, ayer (supuestamente) hicieron una cosa que igual se llamó "sesión espiritista" que "experimento científico" y mañana le pondrán el polígrafo al hijo de la fundadora del chiringo, María Gómez Cámara, mismo que también dirá sin duda que esto no es negocio para nadie, pero recibirá el cheque de la televisora con resignación.

Ah, por cierto: el polígrafo (que como usted sabe no sirve para lo que la televisión dice que sirve) "determinará" que el hijo de María dice la verdad. O sea, se utilizará un embuste (el polígrafo) para validar otro embuste (las caras pintadas en el suelo) como se utiliza el otro embuste (las psicofonías).

Era cosa maravillosa ver a Miguel Blanco explicarle a un Jaime Cantizano (rosapresentador televisual con evidente orden de poner cara de acojone y no cuestionar absolutamente nada) que lo de Bélmez no era negocio. Y decir esto mientras uno cobra por decirlo es una hazaña de caradurismo asombroso, estará usted de acuerdo.

Se llevaron a la reportera más sugestionable de la empresa a una bonita representación llevada a cabo por los Pedros, los mismos Pedros que con otro cutrepresentador ya aparecieron una moneda "paranormal", además de hacer sonar a voluntad otros sensores (pero ahora tienen unos sensores mucho más acojonantes, con sirena antiaérea que asusta a cualquiera, que es de lo que se trata).

El espectáculo tuvo lo que siempre tienen los saraos seiperos, incluyendo esas maravillosas grabadoras amaestradas que graban todas las sicofonías del universo mientras las cámaras de la televisora no registran nada, pero sin que nadie note que el asunto es cuando menos extraño, y los sensores igualmente amaestrados. La familia de María vio los fantasmas de rigor (que no vio la cámara, por supuesto). Claro que hubo tiempo para que Pedro Amorós encontrara las psicofonías necesarias y las repitiera, diciéndole a la reportera y al público lo que tiene que oir, algo esencial para su márketing.

Y todo ello mientras los letrerucos que Antena Tres le recetaba al telespectador prometían que las cámaras mostrarían "presencias" y "fantasmas", mientas el dócil Cantizano aseguraba (y usted tiene que creerle) que "algo pasa en esa casa" (yo te digo qué, Jaime: un cuentazo) y repetía como perico que el espectáculo pedriseipero habitual era "científico" y que los tipejos desvergonzados que cobraron por el show eran "expertos". Y en todo ese rato, ni una sola palabra de las docenas de análisis críticos, estudios serios, observaciones incómodas, libros heréticos y decisiones judiciales molestas. Nada, absolutamente nada. Y al final, obviamente, las cámaras no mostraron nada, para sorpresa de nadie que sepa cómo funciona el circo seipero.

Se repitieron las mentiras de siempre, especialmente que el primer monigote pintado en el piso, "La Pava", se ha movido, se dijo que este cutremisterio era, claro, "el fenómeno parapsicológico más importante del mundo", Cantizano dijo que "el CESID" (me parece que eso dijo, queriendo decir CSIC, claro) había "estudiado las caras", afirmación imprecisa y que deja la idea de que tal estudio las declaró esotéricas, paranormales y acojonantes por decreto, y no, ni las estudió el CSIC ni convalidó la ordeña de pasta con coartada cutrenormal... en fin, treinta y seis años de trolas repetidas todas juntas y rapidito.

Así que he considerado oportuno enviar la siguiente carta, misiva, rogativa y colección de cuestionamientos a la sección de la página Web de "En Antena" donde lo invitan a uno a enviar sus "denuncias" a la dirección actualidadenantena@antena3tv.es y prometen: Nosotros recopilaremos todas las denuncias que recibamos y nos pondremos en contacto con vosotros para que podáis asistir a En Antena y realizarlas en directo. ¿Usted cree que pasará tal cosa? Pues ya le contaré, aunque considerando todo el tema, lo más seguro es que la respuesta sea la misma que nos ha dedicado a este blog y a sus lectores Manel Fuentes, es decir, el encabrone privado y el silencio público.

Pero podría equivocarme. La carta dice:
Estimados señores,

He visto con interés que los días 28 y 29 de mayo han presentado segmentos sobre el conocido embuste de "Las Caras de Bélmez®" (marca registrada por la familia de María Gómez Cámara). En estos dos días, he visto presentar como "expertos" a un señor llamado Miguel Blanco, que hasta donde sé es un simple periodista que vende misterios, que nunca ha detectado un misterio falso y que dice que ha visto al diablo, cosa que no sé qué tipo de calidad de "experto" otorgue, y al señor Pedro Amorós Sogorb, conocido vendedor de curaciones falsas y que ha sido sorprendido en varias ocasiones atribuyéndose estudios y certificaciones profesionales de las que carece. Junto con Amorós Sogorb estaba Pedro Fernández, de su misma organización, llamada al parecer SEIP, y que no dispone de ningún reconocimiento científico, acreditación, certificación o historial que justifiquen que a estas personas se les considere especialmente cualificados para hacer dictámenes y estudios. Más aún cuando en el pasado se ha demostrado que estas personas tienen un firme interés personal y económico en evitar a toda costa que se critiquen los supuestos misterios que ofrecen en venta, llegando incluso a emprender juicios (que han perdido) contra sus críticos, tratando de silenciarlos.

Me ha llamado mucho la atención que el presentador, Jaime Cantizano, y la reportera, Eva Sanz, hayan afirmado sin lugar a dudas que las acciones llevadas a cabo por estos personajes peculiares no pueden haber sido trucadas, que es imposible que hubiera fraude o engaño y además se dictaminó que se "demostró científicamente" que hay poltergeists, cuando evidentemente tal demostración no tiene ningún elemento esencial para ser considerada "científica", y cuando hay muchísimas formas de trucar los resultados que tanto los asombraron (razón por la cual las investigaciones serias de temas presuntamente "paranormales" deben contar siempre con el ojo crítico de un ilusionista o mago de escenario, que puede ver los engaños que las personas normales no ven, especialmente si están aterrorizadas).

Por todo esto, considero oportuno denunciar al programa "En Antena":
  1. Por hablar de "demostraciones científicas" sin tener a un solo científico real, cualificado y demostrable que avalara o criticara las experiencias realizadas, que impusiera criterios y métodos realmente científicos.
  2. Por no mostrar, en su dócil investigación documental, ninguno de los muchos articulos, libros y publicaciones críticos que han demostrado que la afirmación de "paranormalidad" de los monigotes pintados en el suelo es, cuando menos, irresponsable y no se basa en nada que no sean las fantasías de unos negociantes del misterio.
  3. Por hacerse comparsas de una exhibición lamentable presentándola como "ciencia", falseando lo que realmente es la actividad científica, su método, sus sistemas y sus procedimientos.
  4. Por no haber incluido en su emisión a nadie de las muchas personas que han criticado a los vendedores de las "caras", especialmente a quienes recientemente han escrito un libro resumiendo la historia de este supuesto fenómeno, cayendo por tanto en un periodismo sesgado, interesado y desprovisto de toda seriedad y objetividad.
  5. Por presentar como "expertos" a personas que sólo lo son en su imaginación y que se autonombran como tales sin base alguna.
  6. Por no cuestionar ninguna de las extravagantes y claramente mentirosas afirmaciones de sus contratados, como la del supuesto "movimiento" de la primera cara pintada en el suelo, que siempre se ha repetido sin que haya una sola foto que la pueda probar, porque en las fotos de hace tres décadas está en el mismo sitio.
  7. Por promover en los medios de comunicación la ignorancia, la superstición, la creencia ciega, la visión acrítica y la credulidad en personajes de dudosa calidad humana, profesional y moral, faltando a la elemental obligación de los medios de dar a su público una información seria, contrastada y equilibrada.
Atentamente,

Mauricio-José Schwarz
Periodista especializado en divulgación científica
(Siguen mis datos)
Ya les contaré

mayo 25, 2007

Patrañas seudomayas

¿Ha usted oído hablar de las "profecías mayas" que se han inventado los insignes cerefritos del mundo esohistérico? Bueno, según ha informado hasta Íker Jiménez (conocido, me cuentan, en el programa TDB de la televisión de Barcelona como "El vendemotos" en 2012 se acaba el mundo.

Sí, otra vez. Como todos los años (este año, por cierto, el mundo se acaba el 12 de septiembre con la segunda venida de Cristo, según Marilyn J. Agee, que, empero, astutamente no acepta apuestas al respecto), el mundo también se va a acabar en el 2012, porque lo dicen los mayas, según nos dicen unas personas que no tienen ni la más remota idea de la cultura maya, la astronomía maya, la matemática maya y el idioma maya. O sea, gente en la que puede confiar.

Pero antes le cuento a usted que el 24 de mayo, o como quien dice ayer, no hubo un terremoto en la Ciudad de México.

Bueno, la mayoría de los días no hay terremoto en México, lo que hay varias veces al año es lo que allí se llaman "temblores de tierra", sismos pequeñajos y sin trascendencia, porque tratándose de un pais situado en una zona sísmica por partida doble (círculo de fuego volcánico y choque de placas tectónicas) la verdad es que por menos de 6 grados Richter casi nadie hacía mucha alharaca, como no fueran los turistas que salían en tropel de los hoteles. Cuando el temblor era de noche, no faltaba quien se iba a las zonas hoteleras a reírse de los extranjeros que acababan en la calle ataviados con una sábana, cuando no llevando el conocido "traje de rana" o de piel natural.

Sólo que el 19 de septiembre de 1985 hubo un terremoto de verdad que marcó para siempre a los que lo vivimos, por la violencia que tuvo y porque reveló grandes cantidades de basura oficial: se cayeron sobre todo edificios gubernamentales (escuelas y hospitales incluidos) construidos violando las leyes para forrar los bolsillos de constructores y gobiernícolas, como me señalaba mi amigo Mario Méndez Acosta, ingeniero de profesión, cuando recorrimos algunas zonas de desastre. Eso sin contar con que el gobierno mexicano se hizo pendejo más de 24 horas dejando la labor de rescate y cuidado de los damnificados a los ciudadanos, y luego medró de mala manera, atacando a los voluntarios en la prensa, robándose hasta tiendas de la Cruz Roja Internacional que luego aparecieron a la venta y en general haciendo amigos entre la población, que como cortesía votó contra ellos en 1988 eligiendo a Cuauhtémoc Cárdenas, sólo para que los neoliberales de Carlos Salinas de Gortari (una especie de Aznar mexicano, pero con menos pelo) se robaran la elección.

Tales recuerdos volvieron todos en tropel a los ciudadanos que vivieron el terremoto del 85, cómo no, cuando los medios de comunicación se ocuparon de anunciar que cierto destacado desvergonzado que se considera "sabio maya" y así se anuncia, y que responde al nombre (absolutamente inventado por su delirio) de Minik Zek Balam, Winik Ek Balam, "Jaguar Negro" y otros alias, había predicho, con base en que se le ocurrió y necesitaba promoverse, que en México iba a haber un terremoto el 24 de mayo de 2007. Y un terremoto terrible, con miles y miles de muertos. Y lo promovió hasta el delirio aquí, aquí, aquí y aquí, entre otros muchos sitios, incluyendo, por supuesto, la afirmación falsa de que el tipejo en cuestión había "predicho" el terremoto de 1985 pero "nadie se lo quiso publicar".

(Claro que nadie predijo el terremoto de 1985, y ninguno de tales negociantes de la credulidad y la inseguridad ajenas tuvo durante muchos años la desvergüenza de decir que lo había predicho, porque probablemente le habrían dado una paliza (o madriza) por andar burlándose de los miles de muertos que nos dejó la horrenda mezcla terremoto-gobierno-corrupto. Pero al paso de los años, desvergonzados como la opiácea Giovanna, de profesión seudoastróloga escandalosa, han afirmado que hicieron tal predicción, lo cual trasciende el descaro para caer en la ofensa.)

El irresponsable embaucador que soltó esta "predicción" y que por ella debería ser invitado a unas vacaciones por cuenta del sufrido erario mexicano en algún reclusorio cercano a su domicilio no es Minik nada, sino que se llama Guillermo Jaime González Soto y hace apenas tres años se fingía tlacuilo (pintor de códices) azteca (para verle la cara al Dalai Lama y lamerle las botas al lamentable "presidente" mexicano Vicente Fox), hoy es falso maya y mañana, si el dinero llama, andará diciendo que es un lama tibetano como Cyril Hoskins (a) "Lobsang Rampa" o un chamán del desierto de Sonora, que a Carlos Castaneda ese negocio le salió redondito.

Por supuesto, note y observe usted que para los medios de comunicación, el mediopollito en cuestión era hasta ayer un "sabio maya" que hoy se convirtió de pronto en "presunto sabio maya". Vaya, como que urgiría que los medios fueran un poco menos mausanoides y jimenezeros en estos casos.

Así que otra seudoprofecía seudomaya que se va a la mierda.

Como todas. Absolutamente todas.

Como la de 2012.

Le cuento: "Boquita de retrete", amiguito y defendido de Bruno Cardeñosa (el bobo de guardia del ocultismo español), es un negociante que vende astrología con el cuento de que el 2010, o el 2012 (su aritmética era imprecisa, como es de esperarse), se va a acabar el mundo porque "lo dicen los mayas". Es ejemplo de esta curiosa variedad de rentabilidad sobre la falsedad y la obtusez.

Pero ni "Boquita de retrete", ni Bruno Cardeñosa (famoso por la sarta de estupideces que ha firmado sobre Teotihuacan, ciudad prehistórica mesoamericana de la que no sabe un carajo) ni ninguno de los insignes vendedores de misterios que andan contando esta trola, puede decir que los mayas predijeron que el mundo se acaba en 2012, porque no existe tal "predicción".

Repito: los mayas nunca predijeron lo que le venden estos papafritas.

Nunca.

Lo que pasa es que el 21 o el 23 de diciembre de 2012, dependiendo de los cálculos, termina la "cuenta larga" de 13 baktunes del calendario maya. No es que el calendario "se acabe abruptamente" en tal o cual fecha como creen algunos holísticos de la estolidez, sino que la cuentase acaba como abril se acaba el 3o de abril y el año aw acaba el 31 de diciembre. Pero el calendario sigue con el primer día del nuevo mes, año o baktún, y punto. Las distintas "cuentas" del tiempo de los mayas no dependían sólo de la astronomía, obviamente, sino también de sus creencias religiosas, de aspectos políticos y económicos, etc.

Esta "cuenta larga" maya empezó cuando terminó la anterior, cosa que seguramente resulta una perogrullada para una persona normal, pero que no está de más señalar cuando tratamos con la tropa de la era de acuario, con los newageros y otras personas dispuestas a creer en los pitufos si se los dice un tipo con barba, túnica blanca, un kilo de incienso y una tonelada de buena onda. La cuenta larga anterior terminó el 11 de agosto del año 3114 antes de nuestra era. La cuenta larga actual empezó inmediatamente después.

Según la lógica de los vivarachos y listillos que venden esto, el mundo se acabó el 10 de agosto del 3114 antes de nuestra era... lástima que se reinauguró el día 11 sin que nadie se diera cuenta y lo anotara en sus crónicas: "Querido diario: el mundo se fue al carajo ayer, pero hoy regresó y la verdad no quisimos ni preguntarle qué pasó por no ponerlo de malas..."

Lo único que hay que esperar es que el 22 o el 24 de diciembre de 2012 comience otra cuenta larga, claro. Lo de que el mundo se va a acabar, y el cielo se va a caer, y lo sabe un señor que no sabe nada más, y que el 3114 fue el inicio de la sincronización galáctica o alguna payasada similar, y que a los mayas se lo contaron los extraterrestres de Orión no es ni siquiera una fumada, es una forma de hacer negocio inventada por un simpático engañabobos llamado José Argüelles, nacido en Minnesota, que para no trabajar se volvió místico y empezó a vivir de sus libracos desde los treintaidós años, y luego inventó la "convergencia armónica", interpretó el calendario maya sin saber nada de cultura maya (sería para no contaminarse, pero los mayólogos se carcajean con sólo oir su nombre), que hizo las cuentas calendáricas sin ser muy ducho en aritmética (pero dice que su calendario es "biológicamente correcto", y yo voy y me lo creo) y que vende libros y un juego sobre el fin del mundo y el ingreso de la Tierra en la Federación Galáctica o algo similar, anunciado para 2013, fecha en la que es de suponerse que don Pepe, nacido en 1939, esperaría ya estar debidamente retirado y riéndose de sus víctimas, si no trabajando de tiempo completo empujando margaritas desde abajo.

(O le da igual, la "convergencia armónica" seudomaya que armó en agosto de 1987 para fundar el turismo esohistérico iba a ser el inicio de una era de paz y amor universales, y no hace falta entrar en trance místico para darse cuenta de que no hubo tal y seguimos tan jodidos como antes y que las tonteorías de don José no sirven más que para mantener a su familia y vender productillos. Es que el new age es enemigo del materialismo, usted sabe.)

En resumen, mientras alguien no muestre siquiera una prueba de que los mayas creían que el final de la cuenta larga iba a ser el fin del mundo y no ocasión para empezar la siguiente cuenta larga, mientras no muestre a los etés de Orión y no se pruebe que Pepito Argüelles es realmente la reencarnación de Pacal Votan (una especie de híbrido mayanórdico fumarolo), las profecías seudomayas del 2012 son tan sólidas como las puntadas publicitarias de Guillermo Jaime, o incluso pueden ser más ridículas , como se puede ver aquí con Giorgio Bongiovanni incluido, para poner a prueba su capacidad de asombro, de modo que sólo nos queda destacar la desvergüenza infame del tal Minik Zek Balam, añadiendo a su ristra de nombres mamertos, con la cortesía que distingue a este blog y a su empingorotada clientela, el de "Joputín Charla Tantan", que es maya, y exijo que mi compadre Héctor Chavarría (a) "El terror de los plativoleros" y que estudió maya en su yucateca juventud, lo certifique a dos manos.

Lo único que a mí me resulta claro es que si los señores mayas se encontraran a esta parvada de enamorados de la billetera ajena, su futuro sería como el que se ilustra en los murales de Bonampak. Y es que los genios astronómicos centroamericanos no aguantaban las pendejadasde muy buen grado que digamos.

mayo 20, 2007

Uri Reloaded

En marzo de este año, la empresa británica "Explorologist, Limited" se dedicó a enviarle mensajes a la empreas YouTube exigiéndole que retirara de sus archivos una serie de videos cuyo copyright, afirmaba el abogado, le pertenecían a la empresa. YouTube retiró dichos videos del aire.

Todos los vídeos que molestaban a Explorologist, Ltd. mostraban al famoso ilusionista israelí Uri Geller en situaciones tales que revelaban una y otra y otra y otra vez que sus "asombrosas hazañas" doblando cucharas y llaves se conseguían utilizando trucos de magia de escenario, es decir, doblándolos con las manotas y no con los "megapoderes psíquico-parapsico-paranormales" que Uri afirma tener y que han sido ampliamente utilizados por otros soplaflautas como Íker Jiménez, Javier Sierra, Josep Guijarro y Enrique de Vicente para engañar a la gente con afirmaciones delirantes.

(Por cierto, Enrique de Vicente, ya hace casi un año que te mandé una carta pidiéndote pruebas de las mentirotas que vomitaste sobre Geller y México en el programa de tu cómplice Íker Jiménez, ¿todavía no has tenido tiempo de responder a mi atento correo? Lo sabía, claro. Pasas a formar parte, con tu desmelenada desvergüenza y tu infinito desprecio por el público, de "La persistencia de la memoria" [véase la columna derecha de este blog], que demuestra la bajeza de los miembros de tu manadita.)

No tardaron en saberse dos cositas relevantes: a) que "Explorologist, Ltd." es una empresa propiedad de Uri Geller y b) que, siguiendo la tradición establecida por Uri desde que le desplumó el primer sheckel a un incauto en Israel, la empresa mentía, y no era propietaria de los derechos correspondientes. Por ello, la organización pionera de la libertad en la red, la Electronic Frontier Foundation, ha decidido el pasado día 9 demandar a Uri Geller por utilizar de modo falaz, mentiroso, engañoso y doblacucharas la tremenda ley de copyright DMCA para que usted y otras personas no tuvieran acceso a este vídeo (a ver cuánto dura):



Lo peor es que, aunque fueran propietarios del copyright del video, o de parte del mismo, existe una doctrina de "uso justo" de material con copyright que permite prever que otra vez Geller, siguiendo su tradición (misma que ha sido retomada por insignes tarambanas como Pedro Amorós y su demanda a la pimienta verde), perderá en el tribunal. La doctrina del "uso justo" permite que se citen trozos de un libro o película en las reseñas y críticas, que se citen frases para comentarlas y que se muestren materiales para informar al público, siempre y cuando no se ofrezcan en venta ni se obtenga con ellos lucro indebido o se le obstaculicen a otro sus derechos.

Esto es parte de una vieja persecución emprendida por Uri Geller contra Brian Sapient, de la Rational Response Squad, RRS (Escuadrón de Respuesta Racional), organización antiestupidez que utiliza técnicas full-contact de enfretnamiento con los ímprobos de la paranormalez, los esohistéricos y demás parásitos de la credulidad ajena, con lo cual tienen nuestra simpatía declarada. Máxime cuando las "agencias" que citan diarios españoles como El País y 20 Minutos para dar cuenta de este tema siguen afirmando que el tal personaje doblaba cucharas "con el poder de su mente", demostrando que infiltrados en el periodismo hay muchos a los que les da igual si lo que pergeñan tiene o no relación alguna con los hechos.

Las acciones de Uri y su tenderete "Explorologist" (vaya nombre mamón) tenían por objeto, ahora es claro, "limpiar el terreno" para el regreso triunfal de Uri Geller a los bolsillos ajenos, primero con su rialitichou buscando a su "sucesor" en Israel (al parecer no fue posible encontrar a nadie tan caradura como Uri para "sucederlo" en el difícil arte de verle la cara de imbécil a Enrique de Vicente et al.) y luego para ponerlo en sus pantallas forrándose la billetera con pendejadas monumentales como su anuncio de helados La Menorquina, que evidentemente es prueba bastante y sobrante de que los "poderes" de Uri Geller no existen y para seguir medrando tiene que hacer trabajo de modelete.

Ya metidos en esto, le he enviado una bonita cartita a los encargados de La Menorquina, convencido de que no tenían ni la más remota idea de en qué se estaban metiendo cuando algún brillante cerefrito de alguna agencia publicitaria los embarcó en la poco afortunada idea de engordarle la cuenta a Uri Geller contratándolo como portavoz de sus helados para este verano y dándole al contactado con extraterrestres publicidad gratuita para sus siguientes embustes por una cantidad indeterminada, devolviéndolo a la conciencia española donde lo metieron las inmensas tragaderas, la ignorancia y la ingenuidad de José María Íñigo, y el franquismo agonizante en un mundo donde todo autoritario promueve el odio a la ciencia.

Como siempre, las guapas lectoras y los horrorosos lectores de este blog están invitados, si tal inclinación sintieren, a enviarle una carta a La Menorquina basada en ésta o a su aire, indicando que promover a Uri Geller no es un chiste, y tampoco es un astuto movimiento de mercado, qué caray:
Estimados señores,

Soy Mauricio-José Schwarz, periodista dedicado a la divulgación científica radicado en Gijón.

He visto que en su más reciente campaña publicitaria han elegido como portavoz a un personaje de nombre Uri Geller, conocido por afirmar que puede realizar hazañas sobrehumanas con la mente, como "doblar cucharas".

A lo largo de los últimos 30 años, en innumerables vídeos, mediante numerosos testimonios y acudiendo a la ciencia y la lógica, además de la revisión de las continuas afirmaciones que hace este personaje con objeto de obtener ingresos, ha quedado bastante claro que sus "poderes" parecen ser simple ilusionismo y una dosis elevadísima de desvergüenza, además de que tal persona tiene la inveterada costumbre de mentir sobre todo, desde su servicio militar en Israel hasta sus presuntos servicios a distintos gobiernos y empresas.

Habiendo seguido la carrera del señor Geller a lo largo de muchos años, y de conocer los estudios que se han hecho sobre sus extravagantes afirmaciones de sobrehumanidad, esta campaña me parece un error por parte de su empresa por lo siguiente:

a) Los productos de La Menorquina están dirigidos de forma especial a la niñez. No es de recibo que una empresa seria se ocupe de decir a la infancia española que existe la magia, que hay "poderes" misteriososo y que hay una persona sobrehumana, sobre todo cuando se ha demostrado que tal cosa no es cierta. No se presenta a Geller como un producto de la fantasía, un actor, sino como lo que él siempre ha afirmado ser: alguien con "poderes" que le dieron "los extraterrestres".

b) La exaltación del personaje justifica, aplaude y premia, a ojos del espectador, los engaños, mentiras y falsedades ampliamente documentados del señor Geller. Esto, toda proporción guardada, sería como tener un anuncio en el que "El Dioni" condujera una furgoneta de helados y dijera que ésa no se la roba porque en Brasil se derrite.

c) La Menorquina alía su nombre y la imagen de sus productos a un mundo siniestro, el de lo "paranormal", que vive del engaño y el amarillismo. La Menorquina no utiliza "videntes" para hacer estudios de mercado, "parapsíquicos" para diseñar sus nuevos productos, "el poder de los cristales" para esterilizar su materia prima, "telepatía" para difundir sus lanzamientos de nuevos productos o campañas publipromocionales, la "ouija" o la "astrología" para hacer sus previsiones de negocios. La Menorquina utiliza el conocimiento humano potenciado por el deseo de tener satisfactores adecuados junto con la inteligencia, la creatividad y el trabajo para obtener productos fiables... ¿por qué entonces utilizar a un "doblacucharas paranormal" con objeto de vender lo que se hace con inteligencia y no con magia?

Algunos enlaces relevantes:
http://charlatanes.blogspot.com/2006/05/las-mentiras-de-enrique.html
http://www.youtube.com/watch?v=M9w7jHYriFo
http://www.youtube.com/watch?v=4YJDh1xjSeU
http://www.simon-jones.org.uk/articles/uri_geller_how.htm
http://skepdic.com/geller.html
http://www.randi.org/uri/media/Geller%20on%20The%20Succesor.wmv
http://www.20minutos.es/noticia/233933/0/uri/geller/cucharas/

Y la entrada en mi blog donde reproduzco esta carta y señalo algunas otras críticas al personaje que nos ocupa:
http://charlatanes.blogspot.com/2007/05/uri-reloaded.html

Atentamente,
Mauricio-José Schwarz
(Siguen mis datos)
Ya contaré aquí si me responden, y qué me responden.

mayo 16, 2007

Josep Guijarro en el reciclaje de bazofia

La memoria pública es, por desgracia corta. Decía Enrique Loubet Jr. cuando era mi director de Revista de revistas que podíamos repetir las revistas completas cada cinco años, porque cada cinco años cambiaba una generación de lectores.

Esto habría sido muy cómodo para una revista de interés general (aunque en realidad nunca nos repetimos, sino que hicimos, en su momento, series absolutamente irrepetibles, como la de muchos números (creo que 25) sobre la Guerra Civil Española, que deberían sin duda recuperarse por la enorme cantidad de testimonios que reunimos, sobre todo del exilio en México). Pero es sumamente incómodo cuando se trata de luchar contra los vendedores profesionales de misterios.

Íker Jiménez, por ejemplo, sigue viviendo hoy en día esencialmente de los mismos temas de su primer ladrillo, Enigmas sin resolver, como el niño de Tordesillas (la pasión de Jiménez por comercializar tragedias con niños empieza a ser preocupante, por cierto, viendo su programa), Ochate, su "hombre pez" de Liérganes, las "caras" de Bélmez, etc.

Los mercachifles de lo uyuyuyante se enfrentan con frecuencia a aguafiestas que llegan y demuestran que no hay ningún misterio donde ellos afirman que hay las cosas más acojonantes de la historia de la humanidad. Por ejemplo, los arqueólogos que se rieron hasta herniarse con las ridículas interpretaciones de Erich Von Däniken sobre la lápida del rey Pacal o sobre las líneas de Nazca, los recopiladores de vídeos que han demostrado cómo Uri Geller doblaba las cucharas con las manotas (explicación detallada en inglés del truco de Geller aquí, los que demuestran que las "Piedras de Ica" prueban o que sus promotores son muy crédulos o que creen que los demás somos muy pendejos, que tal vídeo de ovnis o extraterrestres a la vinagreta es más falso que una moneda de cuatro euros, etc., etc.

Cuando hacen el ridículo en tales condiciones, los soplapitos utilizan el astuto procedimiento de mirar hacia arriba como si se les estuviera apareciendo la virgen de Fátima, hacer como que tienen un ataque de sordera beethoveniana, recordar que dejaron el cocido en la lumbre y hacer mutis con el rabo entre las patas a Mach 3.

Luego esperan, con la paciencia del buitre.

Pasado un tiempo prudente, vuelven a repetir la trola completa, esperando que la gran mayoría de su público se haya reciclado (es decir, que los jóvenes crédulos y poco avisados que les dejaron la pasta años atrás ya se hayan convertido en adultos que astutamente sospechan que éstos son unos pilastres, pero han llegado nuevas generaciones de nobles jóvenes que buscan misterios y respuestas a los misterios, y están dispuestos a creer de buena fe que los buhoneros de los medios realmente saben de misterios y de sus respuestas, y por tanto están dispuestos a poner sus nunca excesivos dineros para comprar los libros y revistas enigmatosos de estos tipos, de beberse sus programas de radio y televisión garantizándoles gordos ingresos por publicidad y en general a ser engañados hasta que aparezcan los aguafiestas de turno.

Tal tarea de reciclado de basura vieja como basura nueva la ejemplifica de modo notable Josep Guijarro, decidido a destacar como mentiroso es un medio que vive de la mentira más desvergonzada. Josep Guijarro, para que se ubique usted, es un parásito que vive, entre otras cosas, de los dineros de la hacienda pública, a la que tiene la desvergüenza de cobrarle por dirigir y presentar el programa Enigmes i Misteris en RNE 4 (Radio Nacional de España en Cataluña).

Como colaborador del programa Channel Nº 4, donde antes lo acompañaba Bruno Cardeñosa, el Gran Maestre Español de Estudios Parajudiciales (quien, por cierto, anda escondido después de sus sonoros ridículos como profeta de tribunal y como testigo a favor de los presuntos terroristas del 11-M) Josep Guijarro soltó como "verdades" el 9 de mayo las tonterías que dice Raymond Moody sobre la comunicación con los muertos, por ejemplo. Pero el miércoles 16 de mayo se sublimó al empeñarse en contar la historia de que el fakirismo es paranormal, misterioso y demás estupideces de alto octanaje.

Entre otras cosas, Josep Guijarro es todavía capaz de asombrarse de que una persona pueda acostarse en una cama de clavos sin hacerse miles de agujeros en la piel. Como es evidente, un megainvestigador tan acojonantemente famoso como lo proclama en Wikipedia no se puede rebajar, por ejemplo, a visitar algún museo infantil de ciencia donde los niños, sin ser fakires, se acuestan en camas de clavos y luego escuchan una explicación sencilla de física, donde se les informa que el peso del cuerpo repartido en un número suficiente de clavos ejerce tan poco peso en cada clavo que es imposible que se perfore la piel. El misterio que desafiaría a la física sería precisamente lo que el "conocido ufólogo" presupuestívoro esperaría que ocurriera desde el punto de vista de su ignorancia supina: que los clavos perforaran la piel.

Pero donde realmente Josep hizo un ridículo monumental fue al buscarle mangas al chaleco asegurando que caminar sobre brasas sin quemarse depende de "la fe" y de "las endorfinas" (de las que Josep Guijarro no sabe un carajo, pero que los paranormaleros utilizan como la "cuántica" y los "agujeros de gusano" y otras palabras que suenan emocionantes para simular ante el público que tienen alguna idea de lo que están diciendo... y no).

No se necesita absolutamente ninguna preparación "espiritual", ayunos, oraciones, autoflagelaciones ni mamadas similares para caminar sobre brasas. Se requiere que las brasas estén a cierta temperatura, que lleven cierto tipo de preparación, que tengan cierta cantidad de ceniza encima y que se camine sobre ellas a una velocidad determinada. Cualquiera, hasta el más incrédulo (como yo) puede caminar sobre brasas en las condiciones en las que caminan los soplapitos que promueve Josep Guijarro.

De hecho, debería resultar llamativo (pero a los himbestigadores que se presentan en televisión a vender baratijas como si fueran gemas no les llama la atención, raros que son) que haya informes de gente caminando sobre brasas desde el 1200 antes de nuestra era, que se hagan miles y miles de caminatas sobre brasas con todo tipo de pretextos ("superación espiritual", "viaje interno", "curaciones" y todo tipo de ocurrencias new age extravagantes)... y no haya informes de que la fe le falle a la gente y se rostice las plantas de los pies.

El hecho real es que en la década de 1930, el Consejo para las Investigaciones Psíquicas de la Universidad de Londres hizo dos experimentos, incluso con un famoso embustero (el indostano Kuda Bux), en el que creyentes y descreídos, místicos mamertos y esohistéricos, científicos y personas comunes caminaron sobre brasas. El consejo emitió informes indicando que ni la fe religiosa ni los "poderes sobrenaturales" tenían absolutamente nada que ver con la práctica de caminar sobre brasas sin asarse los pies, y concluyó que el secreto de las caminatas sobre fuego se encontraba en la baja conductividad térmica de la madera quemada y en el breve tiempo de contacto entre los carbones calientes y los pies.

(Por cierto, la Universidad de Londres no tiene hoy un grupo de investigaciones psíquicas porque las investigaciones ya se hicieron y se determinó que ningún representante comercial de ninguna chifladura tenía ninguna prueba de que sus delirios se relacionaran con la realidad, y no se podía perder el tiempo más en tales bobadas, por interesantes que parecieran en tiempos del espiritismo.)

En la década de 1980, el new age, la bendición de todos los que viven del cuento y abominan del trabajo de verdad, promovió la aparición de numerosos negocios que le enseñaban a la gente autoconfianza y desarrollo espiritual, y que "demostraban" su efectividad "consiguiendo" que sus pupilos caminaran sobre brasas. Bernard J. Leikand y William J. McCarthy hicieron otra investigación y publicaron un artículo en la revista Skeptical Inquirer de otoño de 1985 concluyendo, como seguramente usted podía esperar, que el secreto de las caminatas sobre fuego se encontraba en la baja conductividad térmica de la madera quemada y en el breve tiempo de contacto entre los carbones calientes y los pies.

Se conocen los límites de la caminata sobre brasas: unos seis metros es seguro en casi todos los casos, se puede llegar a 15 metros si se controla la temperatura y se practica la velocidad de la caminata. Si la cama de brasas es más larga y hay que dar demasiados pasos, la gente se quema. Se sabe que los mamarrachos que cobran por "enseñar" a la gente a "hacer" esto (no hacen nada, caminan sobre brasas y las leyes de la física impiden que se quemen) no aceptarían nunca caminar sobre una plancha de acero calentada a la misma temperatura a la que ellos calculan las brasas (sí, están calientes, pero un mechero o encendedor encendido también está caliente, y sin embargo usted puede pasar el dedo rápidamente sobre la llama sin quemarse, porque las leyes de la física son las mismas). Se sabe que lo puede hacer cualquiera sin ningún rollo paranormal...

Así, los carbones deben ser de madera porque la madera, aunque se queme, es mala transmisora del calor. Para entender esto, piense en las cerillas o cerillos o fósforos: usted enciende uno y el calor de la cabeza no se transmite al resto de la madera, de modo que puede sostener la cerilla entre los dedos mientras no le llegue la llama. Si, en cambio, somete un clavo al mismo calor de la cabeza de la cerilla, el clavo pronto transmitirá el calor a toda su extensión, quemándole los dedos. Así que se usan brasas de madera, y mientras no haya llama (o sea, si se ha dejado pasar suficiente tiempo) y sobre ellos haya una capa de ceniza (excelente aislante del calor), usted puede caminar sobre tales brasas, unos seis u ocho pasos (tres o cuatro con cada pie), rapidito. Si usted ve, por ejemplo los vídeos de caminatas en brasas de lugares como Bad Psychics" verá cómo funciona esto (el primer vídeo muestra claramente cómo los "expertazos" se queman como todo mundo a los 6-7 metros, y el tercero muestra más brutalmente que después de determinado número de pasos no importa la fe ni los ayunos guijarreros, uno queda como un "maestro motivacional" idiota en la televisión mundial que se quema según lo esperado).

Por supuesto, siempre habrá en los alrededores un cómplice dotado de un termómetro que dice que la temperatura en el aire sobre las brasas es de "un chingamadral" de grados, o "mogollón" (dependiendo del sistema de medición que use) con objeto de causar asombro barato. Pues sí, está caliente. Precisamente el otro día metí las manos en un horno a 500 grados para sacar un lechoncito al horno que nos estábamos preparando, y tampoco me quemé porque no toqué nada que tuviera una gran conductividad térmica... ¿tenía que haber llamado a Josepcito, alma cándida, para que me hiciera un vídeo como tremebundo fakir neocantábrico?

Con los años, la bibliografía que explica todo eso en términos que puede entender cualquier ser humano que no sea gorgotero del asombro falsificado e "investigador de misterios" a tanto la línea, se ha multiplicado. El asunto se ha explicado en las revistas para profesores de física, en revistas de científicos aficionados, en revistas de psicología, en la revista Rolling Stone, en Science World en la revista del Instituto Smithsoniano y en numerosas publicaciones más en todo el mundo.

¿Qué hace ante eso un investigador profesional que vive (y bien) de inventar misterios inexistentes? Pues decir lo que dijo Josepcito, con eso que parece desvergüenza y cradura antes que ignorancia honrada: hablar de "misterio", hablar de "la fe", decir estupideces egregias como que hay que "ayunar" para caminar sobre brasas y finalmente asustarse como una doncella decimonónica ante una sex shop del siglo XXI cuando se le desafió a caminar sobre brasas en el programa donde se forra los bolsillos embaucando a su público.

Venga, Josep, hagámoslo interesante, si hay lo que hay que tener, a que caminemos juntos sobre brasas. Tú ayunas, yo me como un solomillo de horma ancha. Tú meditas, yo escucho a los Rolling Stones y veo dibujos animados. Tú tienes fe, yo no. Y los dos caminamos sobre brasas.

¿Hay buebos o no hay buebos?

(Muy pronto: más sobre el regreso de Uri Geller a los bolsillos ajenos, ese Uri Geller que el pobre Guijarrito cree que realmente tiene "poderes", o al menos eso dice.)

mayo 04, 2007

El tiempo en Turulatilandia: berrinches tormentosos continuados

Berrinchazo sin límites habrá en Cuarto Milenio, la/lo/el SEIP (o lo que quede de tal agrupación de egos inflamados después de las últimas deserciones masivas) y los alrededores de tales centros de mercadeo de la estupidez y la mentira, a resultas del libro de Francisco Máñez y Javier Cavanilles Los caras de Bélmez, volumen dedicado a todas las personas que se han llevado un euro al bolsillo a resultas de ciertas caras malpintadas en el suelo de una casa en Bélmez de la Moraleda, Jaén.



La conocida historia no la vamos a repetir acá, como no sea para recordar que numerosos profesionales del embuste se han llenado la boquita hablando de rollos "parapsicológicos", "paranormales", "maravillosos", "inexplicables" y demás bobadas sin jamás haberse ocupado ni de demostrar tales delirios y ni siquiera de emitir una hipótesis que se pudiera someter a prueba. Y es que esas cosas de hipótesis, experimentos y demás siempre acaban, vaya usted a saber por qué, jodiéndole el negocio a los más distinguidos soplaflautas. Recuerde usted cómo las investigaciones más o menos serias le hundieron a Íker Jiménez el barquito de sus fantasmas gigantes de Navalperal. En todo caso, durante décadas las caras malhechotas de Bélmez han sido protagonistas de un negociazo en forma, donde un equipo de dones y doñas nadie se han autoproclamado "investigadores", "expertos" y cualquier tontería que se les ocurriera, a más de realizar experiencias misteriosas que luego han sido negadas por los propios cómplices cuando se pelean porque no les gustó el reparto de los prestigios, los dineros y los minutos en televisión.

Las caras de Bélmez, publicitadas como "el más importante" caso paranormal de España, dieron, eso sí, oportunidad a un personaje tan patético como Pedro Amorós de pavonearse con amenazas mentirosas como la que me dedicó a mí, de presentar una demanda civil buscando ganarse más dinero (y fracasando patéticamente, aunque bien puede congratularse de que la jueza no lo haya procesado por las ofensas y acusaciones delirantes que Pedrito le dedicó a la juzgadora cuando perdió), de salir en televisión y de demostrar la falta de aseo jurídico y económico con que suelen llevarse los clubes de paranormaleros.

El problema de Pedro (que se apropió del tema Bélmez munido de sus coladores y tupperwares verdes disfrazados de "equipo de investigación"), de Íker Jiménez (cuyo prometido y anunciado altivamente pago de los estudios del suelo de la "nueva casa" sigue sin llegar), de Luis Mariano Fernández (guía de las giras turísticas bien cobradas a Bélmez y otros sitios supeustamente fantasmosos) y demás personajes es que su demanda y su arrogancia llevaron a que se les prestara una atención pocas veces dedicada a las chifladuras de los pobres que ven duendes, extraterrestres y cosas que se mueven. Y el resultado es este libro, que no les gustará nada.

Lo cual es un gusto no porque lo pasen mal unos desvergonzados, sino porque permite que haya alguna víctima menos de las trolas paranormaleras jamás probadas, pero siempre bien cobradas en dinero, en prestigio y en reconocimientos, todo mal habido.