octubre 28, 2015

Responde la Universitat de Barcelona (tarde y mal)

En manos de la naturaleza y no de la técnica y de la ciencia,siempre existe una esperanza. (Octavi Piulats)


A raíz de la carta abierta aquí publicada, que tuvo cierto eco y se convirtió incluso en una petición pública en Change.org, la Facultad de Filosofía de la Universitat de Barcelona me envió una respuesta el 27 de octubre por la tarde... cuando ya se habían iniciado las esperpénticas jornadas motivo de la protesta, en un correo de Ángels  Ibáñez que, sin embargo, viene firmado por el Dr. Octavio Piulat, el promotor de esta festividad. Esta misma carta le fue enviada a varias personas que, me consta, también elevaron su protesta ante la extravagante jornada de ocultismo que se lleva a cabo mientras tecleo estas letras.

El correo electrónico, al que respondo públicamente abajo, es la siguiente:
Ante los diversos correos críticos  respecto a la celebración de las Jornadas sobre Geoingenería Climática Medio Ambiente y Salud Pública en el aula Magna de la Facultad de Filosofía, queremos precisar lo siguiente: 
 Las Jornadas sobre Geoingeniería no han sido organizadas por la Facultad de Filosofía, sino por el Observatorio de Salud Ambiental  OSA y  Deconcentración International, una asociación social con sede en Frankfurt am Main. 
La facultad de Filosofía a diferencia de otras facultades, tiene dentro de sus funciones acoger  y dar marco en sus instalaciones a los debates sociales, científicos y filosóficos de actualidad dentro de nuestra sociedad y de la comunidad científica internacional. 
Este es precisamente el caso en torno a la Geoingenieria,(que no se puede reducir  en absoluto a los fenómenos de los chemtrail) termino con el que se define los diversas técnicas y actuaciones que se están llevando a cabo en diversos países y entre ellos España, para afrontar el cambio climático, pero que tienen una serie de hipotecas para la salud pública que están saliendo en estos momentos a la luz y que son objeto de debate nacional e internacional. 
Respecto a la idoneidad del científico estadounidense Dr. Marvin Herndon para tratar la temática de la Geoingeniería, ésta se halla fuera de toda duda. Licenciado en Física por la Universidad de California San Diego en 1970 y Doctor en química nuclear por la Universidad de Texas en 1974, ha editado recientemente  artículos científicos sobre los pros y contras de la Geoingeniería a nivel mundial  que han sido controvertidos, pero que al mismo tiempo han tenido gran apoyo de otros científicos. Precisamente por esta razón es interesante escuchar via skype sus tesis sobre esta temática que puede afectar a la salud pública. 
Por todo ello creemos apresurados  y desafortunados sus juicios apriorísticos sobre dichas Jornadas y les invitamos en todo caso, a participar en ellas para contrastar sus argumentos. 
 Dr. Octavi Piulats. Profesor de Filosofía  y Colaborador de las Jornadas sobre Geoingeniería


Si usted tiene la paciencia de volver a la carta original, verá que el principal punto, el primero, es la indignación por el uso de recursos públicos en la promoción de la superstición. Por supuesto, estos personajes, como los que creen en la conspiración de los reptilianos, tienen todo el derecho del mundo a reunirse en sus casas y pagando su electricidad y su hipoteca para intercambiar boberías. Pero cuando se usa un espacio público y universitario se debe tener una justificación que, dijimos y decimos, no existe.

Se nos dice que la facultad no organiza, y no dijimos que lo hiciera, pero sí usufructa el patrimonio público y lo pone al servicio de este despropósito cuando ciertamente no es el objetivo de una universidad. Nos aclara el doctor Piulats que los organizadores incluyen a cierto misterioso "Observatorio de Salud Ambiental, OSA" del que no existe al parecer rastro alguno en Internet (existe, sí, el Observatorio de Salud Ambiental de Bogotá, una oficina gubernamental que realiza una labor de verdad sobre el medio ambiente de la capital colombiana y que no se mete en estas chifladuras). Si averiguamos algo más, lo añadiremos. El otro organizador al que hace referencia es "Deconcentración (debe ser Deconcentration) International", rara organización con nombre en inglés pero radicada en Frankfurt y de la cual, adivinó usted, no hay rastros tampoco.


Ya que estamos en eso, quisiera señalar a los otros membretes que aparecen abajo del cartel: Terra SOStenible es una asociación de creyentes en los chemtrails que preside Josefina Fraile, la participante que omitió la respuesta del doctor Piulats. Y ambos son los promotores de la "Plataforma Cívica Guardacielos", que se dedica a promover la conspiranoia de los chemtrails. Quédese con esto, que volveremos a ello.


Nos dice además del doctor que la facultad debe promover "los debates sociales, científicos y filosóficos de actualidad dentro de nuestra sociedad y de la comunidad científica internacional". Suena bien. Pero en este terreno no hay debate alguno, como no lo hay respecto de la esfericidad de la Tierra, y organizar un despilfarro de recursos públicos con Sociedades de la Tierra Plana que hay en el mundo fingiendo que hay "un debate social, científico y filosófico de actualidad" sería absurdo. No hay debate sobre la evolución, sobre el SIDA, sobre las vacunas, sobre los transgénicos, sobre todo lo que concita los miedos de la ignorancia y de la creencia irracional.

Y ése es el tema. Insiste el doctor en que la "geoingeniería" (una disciplina imaginaria que no se estudia en ninguna universidad, ni tiene journals, ni es nada más que parloteo con palabras de sonido cientificoide para dar respetabilidad a ideas de las que no hay ninguna prueba real) "no se puede reducir en absoluto a los fenómenos de los chemtrail".

Pero su convocatoria, su propio cartel, reduce el ámbito exactamente a eso cuando habla (sin pruebas) de: "la dispersión química deliberada a la tropósfera, cada vez más frecuente y extensa". O sea, chemtrails...

Pero lo raro es que no nos explica qué otros fenómenos implica la creencia en la geoingeniería y que no mencionan en su cartel. O no es raro... porque en realidad se trata sólo de uno: la creencia de que el proyecto de estudio atmosférico HAARP de los Estados Unidos y otros similares tiene la capacidad de provocar, a voluntad, terremotos, tsunamis, tormentas, huracanes, la aparición de volcanes y otros muchos fenómenos... además de controlar las mentes de sus víctimas con un sistema de película de ciencia ficción serie Z.

Cada vez que hay un desastre natural, surgen desaforados sugiriendo que no son realmente naturales, sino que los provocó HAARP.


La conspiranoia de HAARP es, increíblemente, aún más absurda que la de los chemtrails. Si a eso se refiere el doctor, hemos pasado de la sartén al fuego.

Y, por supuesto, los dos organizadores que en realidad son el mismo, Tierra SOS-tenible y Guardacielos mantienen ambas creencias firmemente.

Es una pena que el doctor niegue, desde un puesto de filósofo, los múltiples datos que existen para desmontar las conspiraciones reunidas bajo el rubro de "geoingeniería". Si usted, lectora, lector, quiere saber sobre "chemtrails" y por qué son una paparrucha puede leer a:
Entre otros muchos. Y sobre HAARP, claro:
¿Algo más, doctor Piulats?

Debería haber más porque el doctor Octavio Piulats no es un filósofo que se dedique únicamente a creer en chemtrails y en HAARP, no. Es un destacado promotor de todo lo presuntamente alternativo y un denigrador de la ciencia y, sobre todo, de la medicina, así que su recomendación de Herndon como gran científico es casi una condena en sí (además de que no aborda las críticas que se le han hecho a Herndon desde el mundo académico por sus presuntos artículos serios sobre esta creencia conspiranoica).

El propio Piulats cuenta su historia y creencias (que a nivel personal son perfectamente válidas, como sería creer en hadas, pero que al llevarlas a ser parte de su labor académica son muy preocupantes): 
Fui desahuciado por los médicos con 7 años de edad, y sólo gracias al abandono de la medicina oficial y mi búsqueda de curaciones alternativas, he sido capaz –siguiendo un determinado régimen de vida- de tener una existencia casi normal.
Claro que esto sería toda una revolución en la ciencia médica si hubiera pruebas al respecto. El tipo de pruebas que se publican en las revistas o journals científicos y que, a diferencia de las especulaciones filosóficas y las anécdotas asombrosas, pueden ser verificadas por alguien independiente.

Sigue el doctor:
En Frankfurt estudio para Heilpraktiker o sea naturopatía, y en Bad Wörishofen me introduje en la hidroterapia y la curación Kneip.  Cuando me doctoré en Filosofía con una tesis en alemán sobre Hegel y el mundo antiguo, escribí para revistas naturistas españolas, desde Alemania, una serie de artículos de divulgación sobre el Naturismo.
En Alemania, durante algún tiempo, ejercí de naturópata, para la emigración española en aquel país, y tuve la oportunidad de probar muchos de los métodos que había visto y examinado en clínicas especializadas.
Ejercer "de naturópata", equivale a simular ser médico sin tener los estudios correspondientes y jugar con la salud de gente inocente. Pero lo más grave es que el propio Piulats, motu proprio, confiesa que usa su puesto como profesor de filosofía (que nada tiene que ver) para la promoción de sus creencias anticientíficas:
En los años noventa me convertí en Profesor Titular de Filosofía, Antropología y Cultura de la Universidad de Barcelona, lo que me permitió difundir los ideales de la ecología y la vida natural a amplias capas de la población intelectual catalana.
Y abunda, después de hablar de ejércitos que lucharán contra la ciencia:
En manos de la naturaleza y no de la técnica y de la ciencia, siempre existe una esperanza, y la vida natural se halla en vuestra manos, se halla cerca de vosotros y no significa dispendio económico, al contrario, es mucho menos sofisticada que los cientos de tomas de medicamentos.
Me perdonará, pues el doctor Piulats, si hallo increíble su defensa de nadie como "científico" pues, si tal persona fuera científico (es decir, se ajustara al método y prácticas rigurosas de búsqueda del conocimiento verificable), lo rechazaría, ya que es lo contrario de la ideología que el filósofo naturista defiende y de la que podemos enterarnos mucho más a fondo en su propio blog. Dejo como ejemplo su pieza de sensacionalismo y promoción del miedo a raíz del desastre de Fukushima, hablando como si fuera un experto en física y meteorología, y no un profesor de filosofía. Sus profecías, por cierto, no se hicieron realidad como no se hicieron las de otros agoreros del desastre.

Y cuando nos dice que los chemtrails y HAARP y otros temas producto de la fantasía paranoica son un tema "que puede afectar a la salud pública", no tiene ni las bases, ni la seriedad necesaria para valorarlo. Ni pruebas, por supuesto.

Por ello mismo, llamar "apresurados  y desafortunados", así como "apriorísticos" los juicios sobre las jornadas resulta inaceptable. Son juicios construidos a posteriori de un conocimiento que muchas personas han desarrollado durante años respecto de las teorías de la conspiración y las creencias marginales y peligrosas, y de someter las divagaciones de los conspiranoicos a comprobación ante los hechos de la realidad... a la que le da igual lo que usted crea.

Claro que si el doctor Piulats hubiera respondido antes y no el 27 de octubre, con los correspondientes billetes de avión y reservas de hotel (que seguramente tiene para sus demás invitados) habría sido un gusto para muchas personas participar en dichas jornadas. Pero la invitación, evidentemente, es un brindis al sol de quien no está dispuesto a enfrentar datos que pongan en duda sus creencias... y que pone al servicio de éstas los recursos, edificios, equipamiento, personal y prestigio de una institución pública que merece, sin duda alguna, más respeto.

Como lo merecen quienes protestaron por ese dispendio y han recibido este texto inane.

octubre 23, 2015

Carta abierta a la Universitat de Barcelona

Me llega este cartel donde se promueven unas jornadas sobre chemtrails disfrazadas de "geoingeniería climática", donde la Facultad de Filosofía de la Universitat de Barcelona le abre las puertas a algunos distinguidos conspiranoicos apoyados por dos de los profesores de la propia institución. 
He enviado esta carta a la facultad. Si usted quiere hacer lo mismo y comentar su punto de vista sobre esta malversación ya no sólo del dinero y los espacios públicos, sino de la inteligencia y la razón, puede hacerlo escribiendo a la dirección de correo electrónico de la secretaría de la misma, secretariagih@ub.edu, que está publicada en su página web.


Estimados señores,

Me dirijo a ustedes respetuosamente para pedir información sobre los motivos por los cuales la digna Facultad de Filosofía, y de Geografía e Historia, ha decidido permitir el uso de sus instalaciones, que son, claro, públicas, para la promoción de una de las más bastas e irracionales teorías de la conspiración, la de los "chemtrails", disfrazada bajo el pomposo nombre de "geoingeniería climática", algo que no existe.

El propio cartel hace la acusación básica de quienes promueven esta idea: "La dispersión química deliberada a la tropósfera, cada vez más frecuente y extensa ha pasado desapercibida a la literatura científica a lo largo de los años, como señala el científico Marvin Herndon".

Ciertamente la literatura científica no ha prestado atención a esta afirmación porque sabe, perfectamente, lo que es esta imaginaria "dispersión química en la tropósfera" (que diversos teóricos de la conspiración aseguran que tiene por objeto el control de la mente, el envenenamiento masivo, la provocación de fenómenos meteorológicos y otras propuestas igualmente extravagantes).

Se trata de "contrails", estelas de condensación de agua que se forman al paso de los aviones bajo determinadas condiciones de temperatura y humedad, debidamente estudiadas y expresadas en la llamada "tabla de Appleman", que muestra cuándo y cuándo no se formarán esas largas estelas de condensación.

Algunos científicos y divulgadores han aclarado los hechos en varias ocasiones, pero por desgracia, a diferencia de algunos como los invitados de fuera de la Universitat, no se dedican a esto de tiempo completo. Aclaraciones como ésta o esta otra del blog científico colectivo Naukas.

Marvin Herndon, presentado como "científico" tiene, efectivamente, un doctorado en química nuclear, pero se ha distinguido por su proposición de hipótesis descabelladas y que no se corresponden al conocimiento: ideas que niegan la tectónica de placas, la afirmación de que el núcleo de la Tierra está compuesto de silicuros de níquel y no de una aleación hierro-níquel como lo indican las evidencias de que disponemos y otras afirmaciones extravagantes que igualmente carecen de fundamento teórico y empírico. Sus afirmaciones sobre chemtrails no son diferentes.

Los otros ponentes son dos filósofos y una activista ambiental que, aunque se presenta como "investigadora" no tiene ningún trabajo al respecto. No parecen las personas más adecuadas para presentar el tema ante el público, y resulta preocupante la ausencia de meteorólogos profesionales, geoquímicos y estudiosos que podrían arrojar la luz del conocimiento y datos sólidos y contrastables sobre las afirmaciones de personas que no ofrecen pruebas científicas de sus afirmaciones.

Como ciudadano y como convencido de que la superstición ni es una forma de conocimiento ni es tarea de las universidades (¡y menos públicas!) difundirla acríticamente. Estas jornadas equivalen a las que podrían hacerse negando el cambio climático, promoviendo el creacionismo o el negacionismo del SIDA. Espero, y pido, que la facultad y la universidad reconsideren esta actividad y, en todo caso, promuevan otras en las que los recursos de los contribuyentes sirvan para divulgar ciencia, conocimiento y datos a la población y a los universitarios, y no para promover el miedo a una superstición que a algunos les resulta una profesión conveniente.

Atentamente,
Mauricio-José Schwarz